Una criptomoneda es una moneda digital cuyo funcionamiento está regulado y controlado por un software o programa que se ejecuta en miles de computadoras o nodos que forman una red descentralizada. Dichos nodos funcionan de tal forma que, verifican toda operación que realicen los usuarios de esta moneda. Para lograr esto, el software usa una serie de funciones matemáticas avanzadas conocidas como criptografía. Es por medio del uso de la criptografía que, cosas como la titularidad de las monedas, su uso (envío y recepción de pagos), así como su emisión y contabilidad se mantienen bajo un control estricto y seguro.
La idea de las criptomonedas es que los usuarios movilicen dichas monedas digitales dentro de esta red de nodos, usando criptografía. Así todo movimiento queda grabado en un libro de contabilidad distribuido que se almacena dentro de cada nodo, de forma inmutable y segura.

El número actual de criptomonedas en el mercado es inmenso. Desde la llegada de esta tecnología al mundo con Bitcoin, han aparecido varias criptomonedas dispuestas a mejorar lo que Bitcoin logró. Como resultado en la actualidad hay registro de más de 8.200 criptomonedas distintas. Algunas de estas criptomonedas tienen una gran presencia en el mundo (ej.: Bitcoin o Ethereum), mientras otras han pasado como experimentos o simplemente no han llamado la atención de las personas.

Un monedero de criptomoneda es un software o dispositivo electrónico físico que puedes usar para recibir, enviar o almacenar criptomonedas de forma segura. Así como tienes un monedero o billetera para el dinero físico, o tienes una cuenta bancaria para almacenar dinero, lo mismo puedes hacer con las criptomonedas. Un monedero de criptomonedas te permite manejar tus criptomonedas al darte la oportunidad de enviar pagos a otras personas (usando su dirección o cuenta de criptomonedas), recibir pagos en criptomonedas (al generar tus direcciones para recibirlas) o simplemente almacenarlas si es lo que deseas.

La creación de las criptomonedas responde a la necesidad de hacer evolucionar la forma en cómo vemos y usamos el dinero. Todo ello mientras se evitan y corrigen los vicios en los que ha caído el dinero que conocemos en la actualidad. De hecho, el gran impulso para la creación de Bitcoin (la primera criptomoneda) fue la Gran Recesión de 2008, cuando se mostró al mundo que el modelo centralizado del dinero iba en contra de nuestro bienestar, de nuestra libertad y seguridad económica. Para luchar contra ese modelo centralizado, nacen Bitcoin y las criptomonedas, creando una moneda que no es controlada por ningún gobierno ni ninguna otra persona, que puede circular a nivel global porque no tiene fronteras, que es segura, infalsificable, resistente a la censura y, cuyo valor no se diluye por una emisión descontrolada.

El dinero fiat o dinero fiduciario, es simplemente el dinero que has estado manejando hasta el momento. Es un tipo de dinero que es emitido por un banco y que el gobierno apoya con la legalización de dicha emisión. Todos esos billetes y monedas emitidos son solo una representación, una promesa. Dicha promesa dice: "Esto vale tanto dinero dentro del banco y el país que apoya su emisión". Sin embargo, la realidad es que este dinero no está respaldado por nada, es solo una promesa de valor. Una promesa que ha sido rota muchas veces, y que se sigue rompiendo cada vez que se emite más dinero fiat sin control.